Mientras el viñedo alcanza su punto álgido, la bodega late con un ritmo distinto. Septiembre no es solo un mes, es el preludio de la gran fiesta del vino, y en Bodegas Amezola nos preparamos para que todo salga perfecto.
Primero, revisamos los depósitos de acero inoxidable, los limpiamos hasta que brillan. Cada rincón debe estar impecable, porque el vino que está por llegar merece el mejor cuidado. Después, comprobamos las bombas, las prensas y cada herramienta que utilizaremos en la vendimia. Nada puede fallar en este momento.
La calma del verano se transforma en un frenesí controlado, lleno de sonidos: el agua golpeando el metal, el murmullo de las conversaciones, el eco de pasos rápidos. Todo esto forma parte de la sinfonía que anuncia que el vino está a punto de nacer.
Mientras tanto, el equipo vive entre nervios y sonrisas. Sabemos que se acerca la época más intensa, más apasionante… y también la más bonita. Porque la vendimia no es solo trabajo: es emoción, tradición, compromiso y alegría.
¿Te gustaría verlo desde dentro? ¿Escuchar el sonido del agua limpiando los depósitos, tocar las barricas listas para recibir el vino, sentir la energía que recorre cada rincón de la bodega?
En septiembre, Amezola abre sus puertas para que vivas la magia de la vendimia en primera persona.
✅ Reserva tu visita y forma parte de la historia del vino.
https://www.bodegasamezola.com/producto/fiesta-de-la-vendimia/