El pasado 31 de mayo vivimos en Bodegas Amezola de la Mora una de esas bodas que parecen sacadas de una película: auténtica, luminosa y llena de detalles cuidados al milímetro. Fue una celebración de día, bañada por el sol suave de la primavera riojana, con el campo en pleno esplendor y una temperatura perfecta para disfrutar sin prisas.
Tras la ceremonia religiosa, los invitados llegaron a la bodega y fueron recibidos con un cóctel en nuestra terraza mirador, un espacio único con vistas a la Sierra de Cantabria y nuestras viñas como telón de fondo. Entre música en directo y el irresistible aroma del jamón recién cortado, comenzó la magia.
La comida se sirvió en nuestro salón aclimatado, que permite disfrutar del paisaje incluso desde dentro, gracias a su gran ventanal orientado al viñedo. El catering corrió a cargo de La Vieja Bodega, con una propuesta gastronómica deliciosa, elegante y perfectamente armonizada con nuestros vinos.
Y cuando el sol empezó a caer, llegó uno de los momentos más especiales: el paso a los jardines, iluminados con luces de verbena y un cielo que se pintaba de tonos anaranjados. Al anochecer, comenzó el baile en un entorno idílico, natural y lleno de encanto. La organización estuvo en manos de Boal Eventos, que supo plasmar cada deseo de los novios con delicadeza y profesionalidad.
Fue, en definitiva, una boda con alma. De esas que no se olvidan.
Y es que en Amezola no solo se celebran bodas… se viven experiencias.
💫 Si sueñas con una boda entre viñedos, naturaleza, elegancia y autenticidad… este puede ser tu lugar.
Pídenos información en https://www.bodegasamezola.com/bodas-en-la-rioja/